
El 2 de abril, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cumplió su promesa de imponer aranceles "recíprocos" y anunció una serie de medidas que afectarán a casi todos los países del mundo y que podrían costar miles de millones de dólares a los importadores de productos marinos en Estados Unidos.
Trump, que llamó a su medida arancelaria "Día de la Liberación", firmó una orden para imponer un arancel del 10% a todos los países a partir del 5 de abril y aranceles adicionales a varios, que entrarán en vigor el 9 de abril.
Según la Casa Blanca, estos aranceles tienen como objetivo "reconstruir la economía y restaurar la seguridad nacional y económica."
En su orden ejecutiva, Trump afirmó que los déficits comerciales anuales de Estados Unidos están causados, en gran parte, por la falta de reciprocidad en las relaciones comerciales bilaterales.
El impacto de los nuevos aranceles varía según el país y el rubro; en nuestra línea de trabajo, los aranceles afectarán principalmente a los principales exportadores de pescados y mariscos a EEUU, y se estima que los importadores estadounidenses tendrán que pagar más. Lo que podría poner en riesgo hasta 1,6 millones de empleos en las actividades de venta al por menor y restaurantes.