Investigadores finlandeses han recibido recientemente una importante ayuda económica para continuar y desarrollar a mayor escala la producción de una "micoproteína" resultante del cultivo de hongos, utilizando como materia prima residuos de la industria alimentaria.
Esto se considera un primer paso, y después se podrá tener en cuenta el uso de otros residuos industriales para permitir que esta técnica crezca hasta alcanzar volúmenes más importantes.
Un primer objetivo es poder suministrar esta proteína a la industria de alimentos balanceados, pero también se considera el consumo humano directo para una fase posterior.
Sería interesante ver las presentaciones y el contenido en proteínas que tendría este producto para el mercado.